Business Intelligence en España: radiografía de una transformación pendiente

En un entorno donde la información marca la diferencia, más de la mitad de las empresas españolas (53,8%) ya han incorporado herramientas de Business Intelligence a sus operaciones. Este dato, extraído de un reciente informe publicado por Big Data Magazine, refleja un avance importante… pero también deja ver todo lo que aún queda por hacer.

El dato está, pero ¿se usa bien?

Que más del 50% de las empresas tengan herramientas de BI no significa que las estén aprovechando de forma estratégica. La realidad es que muchas compañías siguen tomando decisiones a ciegas o con informes incompletos, porque los datos siguen fragmentados, no se comunican entre departamentos o, directamente, no están bien gobernados.

En paralelo, un estudio de Denodo confirma que solo el 54% de las organizaciones afirma utilizar sus datos de forma eficiente. ¿La causa? Falta de estructuras claras de gestión, modelos de datos poco consistentes y, sobre todo, escasez de perfiles que sepan unir negocio y tecnología.

Tecnología sí, pero también personas

La transformación digital no va (solo) de comprar software. Va de tener una visión clara desde la dirección, de integrar los datos en los procesos diarios, y de formar equipos capaces de leer lo que esos datos cuentan. La paradoja es que, mientras crecen las inversiones en tecnología, el talento sigue siendo el gran cuello de botella: solo un 3,2% de los profesionales en España son expertos en las tecnologías clave para esa transformación, incluyendo BI e inteligencia artificial.

¿Qué están priorizando las empresas?

Según otros informes, como el de Grant Thornton, la inversión en tecnología seguirá al alza este año. La inteligencia artificial está entre las prioridades, superando incluso la media de intención de inversión de la UE. También crece el interés por plataformas en la nube, automatización y herramientas que permitan tomar decisiones en tiempo real.

Pero sin estrategia ni cultura de datos, todo eso se queda corto. No se trata de adoptar lo último en tecnología, sino de hacerlo con propósito, conectando herramientas con objetivos de negocio reales.

¿Y ahora qué?

El uso de Business Intelligence en España está dejando de ser una novedad para convertirse en una necesidad. La buena noticia es que ya hay movimiento, y cada vez más empresas entienden que los datos no son un fin, sino un medio. El reto está en pasar del uso puntual a una cultura donde los datos acompañen la operativa diaria, apoyen las decisiones importantes y sirvan como palanca para crecer.

En definitiva: tener datos no basta. Saber leerlos y convertirlos en acción, eso sí marca la diferencia.